Jerico se encuentra en el valle del Jordan en un hermoso oasis en medio del desierto en Cisjordania, Palestina. Ahi se hallan los restos de los muros de Jerico, de su segunda refundacion.
En la tradicion judeocristiana, la ciudad es conocida como el lugar donde los israelitas retornaron de la esclavitud en Egipto, dirigidos por Josue, el sucesor de Moises.
En el momento de la conquista de los hebreos, cada ciudad tenia su propio templo dedicado a alguna fuerza de la naturaleza.
El nombre de Jerico deriva de la palabra hebrea ירח (Iareaj), que significa «luna». Los antiguos habitantes -en la epoca en que los hebreos conquistaron Jerico- tomaban el nombre de sus ciudades de la deidad a la cual la dedicaban. En este caso, los habitantes de Jerico adoraban a la luna, al dios «Ieraj». Del mismo modo, en el otro lado de la cordillera central de Judea, la ciudad de Beit Shemesh, que significa «Casa del Sol»; siendo «Shamash» el dios del sol. Es en este ambiente que se puede apreciar la importancia de la historia de la conquista.
Luego de la destruccion de los muros por la conquista hebrea al mando de Josue, Jerico fue reconstruida por un tal Jiel de Betel. Esto ocurrio en los tiempos del rey israelita Ajab y fue considerado como un desacato a la religion yavista, no solo porque se creia que la ciudad llevaba consigo una maldicion desde los tiempos de Josue, sino sobre todo, porque en la ceremonia de refundacion se realizaron sacrificios humanos, concretamente la inmolacion de los dos hijos del fundador, llamados Abiron y Segub.
El nombre de Jerico vuelve a aparecer en relatos referentes al profeta Eliseo. Se cuenta que alli vivia una comunidad de profetas, conocidos como «hijos de los profetas», con quienes Eliseo mantenia frecuentes contactos. Estos se incrementaron debido a que la ciudad se hallaba en la proximidad del antiguo pero aun activo santuario de Guilgal.
Antes de que Elias fuera arrebatado a los cielos, ambos profetas, maestro y discipulo, pasaron por Jerico y es aqui adonde Eliseo habria de retornar para realizar el milagro de sanar las aguas de su principal fuente. Todavia el dia de hoy se la llama «Fuente de Eliseo».
El agua brota de fuentes naturales, totalmente helada, se dice que fue por un milagro del profeta Eliseo. En la foto destacada se muestran los vestigios de los muros que cayeron de la primera Jerico, hace ya mas de 4500 años, cuando Josue y sus trompetas los derribaron. Se encuentran aqui las ruinas de la primera Jerico que relata la Biblia. De la segunda, reconstruida por romanos y de la tercera que fue realizada por un sultan que la usaba como palacio de invierno.
Regresamos a esta ciudad, luego de haber estado en ella el tercer dia del trabajo en Israel, el 23 de junio.
Brinda Mair
Fuente consultada: La Biblia desde la Arqueologia por Joaquin Gonzalez Echegaray.