Bitacora de Viaje Mexico 2003 – Misolha en Chiapas. Sabia que mis guias me indicarian un lugar en Mexico para borrar impronta de nacimiento. Numerologicamente ERA el lugar: Mexico, pero no sabia donde…
Para cada uno hay un lugar en el mundo donde podemos borrar el karma que se grabo en los astros en el momento de nuestra concepcion. Esa es la tecnica que canalice de Impronta de Nacimiento.
Cuando se la realiza en el lugar donde se vive, no basta hacerla una vez en la vida, sino que hay que repetirla durante varios años en fechas especiales hasta que los guias avisan que la energia fue cancelada.
Mis guias me hicieron ir durante cuatro dias en distintas horas del dia a esta impresionante cascada de indescriptible belleza que se halla en medio de la selva de Chiapas, territorio zapatista.
Se trata de un cenote incompleto porque no es totalmente cerrado como los cenotes del Yucatan. Su apertura esta hacia el este.
Los cenotes son lugares sagrados para los mayas contemporaneos, tal como lo fueron para sus ancestros. Segun la tradicion, el agua que atesoran esos pozos es considerada “virgen o pura” debido a que no ha sido tocada por la luz.
Los mayas concedian gran importancia al cenote o Dzonot, en lengua maya, –que significa hoyo en el suelo o pozo–, por constituir una fuente de agua. Sin embargo su aspecto primordial, residia en la religion, dado que se realizaban majestuosas ceremonias en estos escenarios naturales.
Mis guias querian que me sumergiera, tal como hacen los testigos de Jehova que sumergen totalmente a quien bautizan en su fe. Yo dudaba porque el pozo tenia una clara advertencia sobre su profundidad: 24 metros. Y advertencias sobre la peligrosidad del agua en todos los idiomas…
Me acerque como para poner el pie y ver que hacia a ver «si los muchachos» (cariñosamente por mis guias) me daban otra opcion y me la dieron… me cai al agua… El primer dia el susto impidio que pudiera pedir al Cristo que me sostuviera porque trataba de ver como encontrar la orilla…
Debe ser por eso, que en lugar de tres, fueron cuatro dias…
Brinda Mair